miércoles, 16 de marzo de 2016

ESOS MOMENTOS A SOLAS


Desde que soy madre mis momentos a solas se cuentan con los dedos de una mano.
No es que me queje, pero siento que tengo un "gran hermano" en casa porque siempre voy al baño acompañada, me ducho con unos grandes ojos mirándome por un hueco de la mampara, vuelvo a ver esos preciosos ojos mirándome fijamente cuando me visto.
Por eso, ir al baño sin que nadie te vigile, darte una ducha sin que estén abriendo la mampara de continuo, o ir a la compra sin prisas y sin nadie que te diga si marchamos, son placeres que no aprecias hasta que no los tienes.

El primer fin de semana que viví con el peque pensé : ¡¡ Bien por fin sábado !!  QUE INOCENTE....

Para mí el tiempo se detuvo en el hospital. Me daba igual que fuera sábado, domingo o martes, el peque no entendía ni entiende de fechas ni de horarios. Los dos primeros meses después de que naciera, me los pasé adormilada. Dándole de comer cada 3 horas o menos, cambiando pañales, y durmiendo los ratos que él dormía. Pasaba por un doble de "The Walking Dead".
En ese momento me di cuenta que los días no existen ni con un bebé ni con un niño de 2 años.

He empezado a escribir esta entrada bien temprano ya que el peque estaba durmiendo, pero no me ha dado tiempo de publicarla antes de que se levantara, así que aprovecho la hora de la siesta para hacerlo. Bendita siesta, otro momento que aprovecho para escribir, coser o hacer cualquier cosa tranquila que no requiera unas maninas toqueteándolo todo.

Otro momento a solas es ir a la compra sola.
Nunca me gustó hacer la compra y desde que tengo al peque menos. No me gusta ir de sábado porque hay un montón de gente y me agobio, aunque si tengo que ir voy cuando abren que hay menos barullo. Suelo ir por semana así voy sin Mr. J. que me vuelve loca queriendo pasar por todos los pasillos, y si mi madre se puede quedar con el peque también voy sin él,  porque últimamente se me ha vuelto rebelde y se quiere posar del carro a todas horas.

Otro momento de relax es cuando se va a la cama. En ese momento aprovechamos su padre y yo para hablar de nuestras cosas, preguntarle cómo le fue en el trabajo y contarle lo que el peque hizo durante el día, si hay algo que se me olvide porque ya se encarga él de contarle a su padre lo que hizo.

Y después a la cama a descansar hasta que vuelva a tocar diana porque quiera el biberón.

Pues estos son mis momentos de relax, en la compra, cuando duerme la siesta o por la mañana bien temprano. No me quejo porque me siento una privilegiada de poder ver crecer a mi niño cosa que su padre se pierde por tener que ir a trabajar, pero este trabajo también es agotador.

Vosotros ¿ Tenéis algún momento de relax ?

No hay comentarios:

Publicar un comentario