Hace unos días que no escribo y es que esta semana está siendo muy dura para mí.
Hace seis años que falleció mi padre y cuando llegan estas fechas se me hace todo muy cuesta arriba.
Siempre lo echo de menos y me acuerdo de él todos los días y a todas horas, pero en estas fechas es como si esos últimos momentos juntos los volviera a revivir una y otra vez.
Siempre me parece insuficiente el tiempo que pasé a su lado. Y aunque hice todo lo que pude, siempre será poco para mí.
Lo que peor llevo es que no conociera a su nieto, le habría encantado.
En fin, los que habéis pasado por el mal trago de perder a un ser querido sabéis como me siento.
Pero ahora tengo un peque y él no es tonto se da cuenta de todo lo que pasa a su alrededor.
Sabe que su mamá no está bien, no se me pueden escapar las lágrimas porque él se preocupa.
No entiende porqué su mamá está triste, pero sabe que tiene que abrazarme y consolarme. Es increíble.
Entiendo que la vida tiene que continuar, pero me gustaría que él estuviera a mi lado para guiarme, apoyarme y para ser abuelo, seguro que le haría muchísima ilusión estar al lado de este pequeño que tiene tanto suyo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario