miércoles, 8 de marzo de 2017

MI SEGUNDO PARTO



Hace tiempo que no escribo ya que me cuesta sacar tiempo entre el pequeño, el mayor, la casa y cuidarme yo, que si bien la cesárea es dura de por sí ahora tengo que añadirle que se me han infectado los puntos, vamos que si tenía pocos dolores ahora rematé.

Pero vamos a entrar en materia.

El lunes 20 de Febrero me dieron cita para monitores, el ingreso y provocación del parto, ya que cumplía 41+5, pero cual fue nuestra sorpresa al llegar al hospital y ver la sala llena de gente. Nunca nos había ocurrido, siempre que íbamos estaba vacía. Pues bien, había 3 embarazadas esperando, familiares de otras 4 chicas que estaban de parto, así que aquello iba para largo.

Tres cuartos de hora más tarde me llaman y me comentan que vamos ha hacer monitores y después eco para ver como se encuentra el bebé y, si no hay síntomas de parto ( yo no tenía dolores de ningún tipo ), me iría para casa que no tenía cama ni en dilatación ni en planta.
Hago monitores, voy a hacerme la eco y todo bien. Me dan cita para "ingresar" al día siguiente.

Martes 21 de Febrero, ya son 41+6. Vuelvo a monitores y nos encontramos el mismo panorama de ayer. La sala repleta de gente y las mismas chicas que nos vimos ayer.
A todas nos pasó lo mismo, ninguna tenía síntomas de parto, así que todas para casa y revisión al día siguiente. Eso sí, si rompíamos bolsa, teníamos sangrado o contracciones acudir por urgencias.

Otra vez toca esperar. Entro en cinturones y esta vez me quedo.
Hago cinturones, pero a la ginecóloga no le gusta lo que ve porque el peque presenta taquicardias. Ya me preocupa.
Me dice que esté tranquila, que me van a controlar más tiempo con el monitor a ver si la dinámica del peque cambia, sino ya no me lo provocan y me hacen una cesárea de urgencia.

Dos horas después de monitores, la dinámica ha bajado y deciden inducirme el parto. Comienzan con propex para ablandar el cuello del útero y que me comiencen a dar contracciones, ya que esta el momento no tenía ni una, sí, las tenía esporádicas, pero nada que hiciera sospechar que me pusiera de parto.

Me van a dejar la medicación doce horas. Así que espero en monitores porque no tengo cama ni en dilatación ni en la planta, está todo saturado y tienen que empezar a dar altas para todas las que vamos detrás.

Mientras estaba esperando monitores, han pasado a la camilla de al lado unas cinco chicas, una chica que ya estaba de parto, otras dos que les dieron la vuelta porque tienen contracciones, pero aún no son contracciones de parto y otras dos que hacía el control de rutina.

A las 16:00 me asignan habitación y me mandan a planta, y cuál es mi sorpresa que voy con otra chica que estuvo conmigo por la mañana en monitores y le dieron la vuelta porque no estaba aún de parto, por la tarde volvió con la bolsa rota y ya se quedó, ella estaba en la habitación de al lado.

Mientras esperaba a que las contracciones fueran a más me entero que otra chica con la que compartí monitores el lunes y martes, también había ingresado por bolsa rota y había dado a luz a su niña.
Yo seguía esperando a que las contracciones fueran a mayores y a que me llamaran para hacer otro monitor y controlar a mi pequeño.

A las 21:00 ya empiezan a ser más fuertes las contracciones y me bajan para hacer monitores. Mi pequeño se encuentra bien, no tiene taquicardias y mis contracciones son mayores y empiezan a ser molestas, pero nada serio.

A las 00:00 me bajan a dilatación porque ya han pasado las doce horas de la medicación y me la van a retirar. Las contracciones son molestas pero al ver la gráfica nos damos cuenta que no son importantes, vamos que tenía que dibujar aquello el Everest y sólo se vería una diminuta montañita que servía para desesperarme más.

Después de retirar la medicación me mandan para la habitación y los dolores se vuelven cada vez más frecuentes y más dolorosos, y para colmo comienzo a vomitar. Lo peor de todo es tener dolores y vómitos, no te puedes doblar, no controlas las contracciones, es algo que no deseo a nadie. Se lo comento a las enfermeras y me vuelven a bajar a dilatación. Había pasado una hora y media desde mi última visita. Cuando me ve la matrona me dice que no estoy para parto, claro, ya lo sé, pero es que no puedo con el alma, me dieron medicación para los vómitos, me dieron un calmante y me mandaron otra vez para la habitación.

Ya no miré más el reloj así que no sé cuando me dormí, porque sí, con el calmante conseguí dormir, al menos hasta las cuatro de la mañana cuando rompo aguas. Vuelvo a llamar a la enfermera y otra vez vuelta para dilatación. La matrona ya se reía al verme por allí. Me ve la ginecóloga y sí, he roto la bolsa, me ponen monitores y a la enfermera le cambia la cara. Viene la ginecóloga y me dice que mi niño vuelve a tener taquicardias, me dan un zumo y me dejan el monitor otro poco más, mientras me dicen que me relaje y si puedo dormir que descanse. Eso intento, intento descansar sin contracciones, pero con el pesar de que algo no va bien con mi pequeño. A las 6:00 de la mañana del miércoles 22 de Febrero, la gine me dice que no espera más y que me va a hacer una cesárea de urgencia. Mi niño no mejora y lo tenemos que sacar ya.

Ya se me fueron los nervios, hasta que entré en quirófano, pronto vería a mi niño, ya no sufriríamos más ni él ni yo.

Mi niño nació a las 06:35, sano y bien, pesó 3540 y midió 54 cm. Me quedé alucinada con lo que midió, porque me parecía muchísimo, pero era tan guapu. Me lo pusieron encima del pecho y lo pude sujetar unos minutos, la matrona estaba a mi lado para que no me cayera. Fue precioso.
En este parto me dejaron tenerlo, besarlo y olerlo, cosa que con el primero no me pasó, casi tuve que rogar que me lo enseñaran y sólo le pude dar un beso antes de que se lo llevaran a la incubadora.
Espero que sigan cambiando las cosas y que dejen actuar más a las mamás en una cesárea y si no es posible porque la madre esté dormida que se lo dejen al padre para que haga piel con piel.

Lo que mejor recuerdo de ese momento es el calor que desprendía en mi pecho. Yo sentía mucho frío y su calor, su llanto y ver lo sano que estaba me calmó.

Por lo demás no sé a que hora acabaron ni me llevaron a la UCI para la recuperación porque el anestesista, al verme tan nerviosa me ofreció un calmante y le dije que sí, a ver si me relajaba un poco, estaba temblando de nervios, me puso el calmante y me dormí. Pude descansar antes de que me subieran a planta.

Todo fue bien. La cesárea fue normal, no hubo ninguna complicación y mi niño y yo no encontrábamos bien.
Unas cuatro o cinco horas después de haberme llevado a quirófano ya estaba en la habitación con mi niño.

Tener a mi niño en brazos es algo que no puedo describir, es una emoción muy grande, un amor tan inmenso y una serie de emociones que te embarga por completo. He vuelto a vivir mi primer parto y he vuelto a tener los mismos sentimientos que con el primero.

Ahora toca descansar porque me está costando recuperarme, pero con mis niños al lado y mi marido que en todo momento me ha ayudado y me ha apoyado, será todo más fácil.



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